La disposición del carbono le proporciona un blank de alta resistencia con gran flexibilidad, así como un peso extremadamente reducido.
El primer tercio de la caña tiene gran flexibilidad y sensibilidad dejando en el segundo y tercer tercio de la caña una grandísima reserva de potencia para luchar con grandes depredadores.
Esta configuración le da al pescador gran precisión en los lances al igual que potencia en el mismo, pudiendo lanzar grandes señuelos para insidiar atunes, lechas, palometones, bacoretas, dentones y en agua dulce, el silulo.